Para mí la vida sin dolor, no es vida. El dolor y el placer, la tristeza y la alegría, el bienestar y malestar, todos dan un contraste a nuestra realidad, no podemos valorar uno sin el otro.
Usualmente aquel que vive (o percibe) las mayores decepciones y frustraciones tiende a valorar las alegrías de manera inmesurable, les da una gran importancia y esto se debe a lo que ha tenido que padecer antes de alcanzarlas.
El vivir cosas trágicas y el percibir las cosas de manera trágicas son dos vivencias que determinan a las personas de diferente manera. Para mí, alguien que ha pasado por vivencias trágicas se vuelve una persona mucho más fuertes y a medida estas tragedias le son constantes, cada vez se vuelven mas y mas fuertes, si es que deciden afrontarlas. Uno conoce a personas realmente fuertes, a quienes les llueve sobre mojado día tras día y a pesar de eso tienen un espíritu inquebrantable.
Ellos son mayoría en el mundo: Aquellos que sufren de hambre, discriminación, inmigrantes, mojados, víctimas de violación, desempleados con hijos y familia que dependen de ellos, marginados, etc. Este mundo esta cargado con emociones duras que a todos nos tocan vivir tarde o temprano.
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También estan aquellos que perciben las cosas de manera trágica y que para ellos sus vidas son una constante novela de decepciones, tristezas, traiciones, injusticias, etc. Estas personas perciben la vida de una manera muy peculiar, piensan que todos confabulan contra ellos, que el Destino, el Karma, Dios o los Creadores de nuestra realidad se han obstinado en generarlos a ellos y crearles un entorno cínico y satírico en el que toda la realidad les hace burla a ellos y juega con sus emociones. Dentro de sus problemas son las percepciones que sus amigos dicen, el detalle que no les dieron cuando ellos lo esperaban, el noviazgo que nunca pudo ser, sentirse triste porque su familia no cumple todos sus caprichos, que lastima no tener un iPad, salir de la casa sin el mp3 y eso hará que pase aburrido todo el día. Cosas que pueden a ellos hacerlos sentir mal, deprimidos, que se sientan mal por todas las tragedias de la vida.
Estos afrontan los problemas con negaciones, con críticas, sin propuestas, con resentimiento y con desprecio. Estos se vuelven cada vez más débiles porque su percepción de la realidad empeora más y más. En este mundo me siento incluido. Lastimosamente me he dado cuenta que muchas personas en la actualidad carecemos de conciencia y de identidad humana y nos quedamos con nuestra conciencia social.
Mi sociedad o mi entorno es muy diferente que el entorno humano en sentido amplio. Vivo en una ciudad Capital, voy a la universidad, tengo un trabajo en el sistema financiero, soy hombre, me alimento tres veces al día, puedo usar internet desde mi teléfono, vivo en America, no tengo obligaciones más que velar por mí mismo y por mi futuro.
Pero el entorno humano en sentido amplio es diferente: mas de la mitad del mundo vive en extrema pobreza, no come lo suficiente en el día, carecen de acceso a agua potable, contienen mas de alguna enfermedad debido a la precariedad higiénica de su entorno, viven en Africa o Asia, la mayoría de personas son mujeres, tienen alrededor de 2 hijos a los cuales cuidar y velar por su manutención, tienen trabajo pero no empleo, los gobiernos los oprimen en dictaduras o tratados de libre comercio, viven de la agricultura y su finalidad es coexistir de manera apropiada con el medio ambiente (que les da de comer) y con sus vecinos (quienes los apoyan en las malas, ya que solos imposible).
Hay mucho que aprender de la mayoría del mundo, es necesario que minorías privilegiadas como nosotros dejemos de ver nuestros problemas sociales y nos involucremos en los problemas humanos. Identificarnos como mundo. Que la globalización no solo sea económica sino humana.
Dejemos de percibir problemas y empecemos a resolverlos, empecemos a identificarnos a dejemos la indiferencia a un lado y actuemos. Al final es por nosotros mismos, como humanidad.
Como bien me dijo una estudiante de Medicina y voluntaria de vocación, "da media hora de tu día y podes alegrarle el día a alguien más", ese día ella me motivo mi día y todavía sigo con muchas metas en la cabeza. A trabajar de donde creamos que podamos ayudar, pero hagamos las cosas convencidos de que "un mundo mejor es posible".